CONTRA ESTE BLOG

¿Cómo? Ibamos a meternos con todo el mundo, excepto contra nosotros. ¡Jamás! Qué falta de honradez política sería aquello.

Al fin y al cabo, ¿no estarán ustedes creyendo que esto se trata de opiniones? ¡Nunca! ¡No! O al menos eso esperamos, a pesar de saber que algo contrario nos ocurrirá; es decir, que mucho de esto cargue con nuestras opiniones. ¡Es una pena, pero ¿qué se le va  a hacer?! Lamentarlo ya es mucho frente a la gloria de la libertad de expresión de la democracia dominante. 

¿Cómo no nos ibamos a meter con nosotros? Si somos los primeros en caer en la tentación de creer que algo se hace con todo esto que se dice. Es falso, ya se sabe, pero tampoco ibamos a dedicarnos a hacernos la puñeta los unos a los otros mientras nos comen el mandado los señoritos del dinero y la política de los altos vuelos. ¿Qué ello signifique algo? Posibliemente no, pero al menos no nos engañamos y dejamos que esta tragedia repulsiva de la demotecnocracia se le diga no una y otra vez... una y otra vez... sí no y no sí, perseverantemente...

Después, quién sabe, no sé... quizá alguien por ahí -nosotros mismos- dejamos de creer un poquito más... dejamos la fe.

No hemos muerto. Pero casi.